miércoles, 18 de agosto de 2010

DEDICATORIA



El presente Blog, quisiera dedicarlo a esa gran familia pampina, que con su esfuerzo y sacrificio aportaron al engrandecimiento económico de Chile. También para quienes vivieron la gloriosa etapa del Salitre, me refiero a los pobladores del desierto, sus espíritus serán mudo testimonios de aquellos trabajosos días en el más árido clima nortino.


Mis mas sinceras felicitaciones.

EL PRINCIPIO DE LA HISTORIA.



La oficina Victoria se ubica a 15 KM al suroeste de la ciudad de Iquique, se comenzó a construir en 1941 y finalizó en 1944. Sus faenas comenzaron en 1945, desde entonces Victoria se convirtió en modelo de prosperidad y bienestar para sus empleados y sus familias.
Funcionó hasta 1970, lo que se adjudica en la última oficina salitrera en cerrar sus actividades de faenas.


SU FORMACIÓN EDUCACIONAL




Esta era una preocupación permanente, una buena educación para el padre y madre pampino, salir del estrato social de simple obrero y tener un hijo universitario era la gran meta de los pampinos victorianos, verlo convertirse en un profesional, llenaba de orgullo a sus padres y familiares y por que no decirlo a toda la comunidad de modestos trabajadores.

EL DESIERTO SALITRERO



El Salitre, conocido como el Oro Blanco, dónde muchos chilenos y extranjeros se enrriquesieron con aquella esforzada actividad, los trabajadores relizando faenas de horario extenso y canzadores para extraer de éste desierto salitrero el caliche. Recordar su temple pampino de aquellos forjadores hombres que sin necesitar más que sus manos aportaron al crecimiento de Chile.




VICTORIA Y SU GENTE







La vida de un victoriano, marcó la diferencia con sus vivencias pampinas se enmarcaban en el ámbito laboral del proveedor de la familia, como no recordar sus polvorientas calles que aún en su silencio hablan; El mercado, su iglesia, sus fiestas y tantas otros actividades que formaban el quehacer pampino. La tranquilidad marcaba a estas personas que bajo el sol implacable calichero cuidaban y amaban su pequeño territorio.



POEMA A OFICINA SALITRERA VICTORIA

Un pajarillo descansa
en un tejado de Victoria
es el dolor del fuego
la humanidad negra
cometiendo su último crimen.
Victoria en la niebla
jardines sin rosas
ni espinas en la calle:
dueñas son ellas del reino
en medio de las palomas
que aún sueñan con la paz.
Dicen que es mala costumbre
andar de la mano
dicen que es mala suerte
amar el desierto.
Te alejas
conquistada de sudor y aliento
todavía te quieren
tus compañeras,
todavía se escuchan
tus campanario,
eres búsqueda de libertad
la que abrigamos un día
en medio del camino
del ripio y del deseo.
Crímenes en cada alma
así somos
progenie de odio
y una aventura del sol.
Victoria duerme por siempre
¿lo sabías?
Victoria aún duerme.


FESTEJOS EN OFICINA VICTORIA



Cada verano las polvorientas calles de Victoria, se impregnaban de alegría y sano esparcimiento. La chaya donde se jugaba con agua, harina o papel picado y toda la comunidad participaba alegremente de dichas actividades. Otra era la navidad pampina, ver la sonrisa dibujada en los rostros de los pequeños, hacía sentido a esa festividad dónde los niños demuestran su ternura infantil. La simpleza con que se vivía el día a día, se reflejaba en sus rostros felices que permanecía en el tiempo, y llenaron de vida a este desierto.